Las Pausas Activas
Las
pausas activas son breves descansos durante la jornada laboral que sirven para
recuperar energía, mejorar el desempeño y eficiencia en el trabajo, a través de
diferentes técnicas y ejercicios que ayudan a reducir la fatiga laboral, trastornos
osteomusculares y prevenir el estrés.
Porque se deben realizar las pausas
activas
Cuando
los músculos permanecen estáticos, en ellos se acumulan desechos tóxicos que
producen la fatiga. Cuando se tiene una labor sedentaria, el cansancio y las molestias
musculares se concentran comúnmente en el cuello y los hombros; también se
presenta en las piernas al disminuir el retorno venoso, generando calambres y
dolor en los pies.
Quienes
deben realizar las pausas activas
Todas las personas que realicen una labor continua
por 2 horas o más; trabajos de oficina, trabajos que implican postura bípeda o
de pie, o aquella que dedique más de 3 horas continuas de su tiempo a una sola
labor, debe parar un momento y realizar una pausa por el bienestar de su salud
física y salud mental.
Cuáles
son los beneficios de las pausas activas
1.
Reducen la tensión muscular
2.
Previene lesiones osteomusculares
3.
Disminuye el estrés y la sensación de fatiga
4.
Mejora la atención y la concentración
5.
Mejora la postura
Importancia de las pausas
activas
Es
importante que se realicen pausas activas o gimnasia laboral en la mañana y en
la tarde, lo que permite incorporarse nuevamente a las actividades laborales
con más energía.
Que se debe tener en cuenta a la hora de
realizar las pausas activas
1. La respiración debe ser lo más lento, profunda y rítmica posible
2. Realizar ejercicios de movilización en las articulaciones
antes del estiramiento.
3. Concentrarse en sentir el trabajo de los músculos y las
articulaciones a la cual se le va a realizar el estiramiento.
4. En el momento del estiramiento no se debe sentir dolor,
si se llega a presentar es a causa de que no se está realizando el estiramiento
de forma adecuada.
Los ejercicios a
realizar pueden ser los siguientes
Postura correcta:
Una postura correcta se define
como la alineación simétrica y proporcional de los segmentos corporales
alrededor del eje de la gravedad. La postura ideal de una persona es la que no se
exagera o aumenta la curva lumbar, dorsal o cervical; es decir, cuando se
mantienen las curvas fisiológicas de la columna
vertebral.
Se logra manteniendo la cabeza
erguida en posición de equilibrio, sin torcer el tronco, la pelvis en posición
neutral y las extremidades inferiores alineadas de forma que el peso del cuerpo
se reparta adecuadamente.
Para mantener una buena postura se necesita:
- Adaptar los ambientes de trabajo y estudio: Se recomienda una silla de entre 65 y 75 centímetros de alto; con espacio interior suficiente para que se puedan estirar un poco las piernas y éstas se apoyen en el suelo. En caso de usar computador, situar la pantalla a una distancia entre 50 y 60 centímetros y a una altura similar a la de los ojos.
- Evitar una vida sedentaria: Para mantener una postura correcta es necesario desarrollar la musculatura, por lo cual se recomienda hacer pausas de ejercicios en una larga jornada, y favorecer la actividad física caminando, andando en bicicleta o nadando.
- Fortalecer la musculatura: Abdominales, glúteos y hombros son las áreas del cuerpo que menos se suelen ejercitar en nuestra actividad cotidiana, y por lo tanto es indispensable reforzarlas mediante ejercicios localizados que se pueden realizar en el suelo cada mañana.
- Cuidar el peso: La obesidad y el sobrepeso se convierten fácilmente en un problema de postura. Es importante conocer tu cuerpo, controlar el peso y mantener una buena alimentación.
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